- Los árboles fueron talados en tierras de comunidades campesinas y nativas, en concesiones forestales maderables, bajo la modalidad de contratos de administración de bosques locales, entre otros.
- Más 51 millones de dólares han ido a parar a los bolsillos de los agentes que participan del tráfico de madera ilegal en 2015.
- La embarcación Yacu Kallpa fue la nave más utilizada para el tráfico ilegal de madera.
No reportan el monto real de la madera que sacan e incluso mienten sobre los lugares donde supuestamente talan los árboles. Esa es la fórmula que utilizan los agentes que intervienen en la gran cadena de tráfico ilegal de madera de Perú. La cifra de árboles talados fue obtenida gracias al reciente informe Operativo Amazonas 2015 del Organismo de Supervisión de los Recursos Naturales y de Fauna Silvestre (Osinfor). Según esos informes, más de 95 mil árboles fueron talados en la Amazonía peruana. Los principales destinos de la madera ilícita fueron naciones del centro y norte de América, y alcanzó la dimensión de 432 mil metros cúbicos.Con estos hallazgos se ha confirmado que mucha de la madera comercializada provenía de zonas no autorizadas.
Las autoridades han informado también que, según los reportes, se talaron 20 800 árboles en zonas autorizadas de Loreto y Ucayalí durante el 2015. Sin embargo al realizar la verificación en campo, se comprobó que esa madera nunca salió de esas zonas. ¿De dónde provino entonces esa madera?
Es importante señalar que el trabajo de fiscalización y supervisión, como parte de la Operación Amazona 2015, se ejecuta sobre aquellas empresas consideradas por la Superintendencia Nacional de aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) como exportadoras de riesgo. El punto de partida son las Guías de Transporte Forestal (GTF) generadas por estas empresas para la exportación de productos maderables. Lo que hace el personal de Osinfor es corroborar en campo si la información declarada en las guías es correcta. Los resultados solo confirman que las cosas no han cambiado: se mantienen las mismas irregularidades detectadas en la Operación Amazonas 2014.
“La información [de Osinfor] ha sido transformada en prueba documental y ha sido utilizada en los procesos penales de los involucrados en el tráfico ilegal de madera. Sea el administrador que proporcionaba información falsa hasta los funcionarios que participaron en la extracción ilegal de esos recursos”, sostuvo el Procurador Público especializado en Materia Ambiental, Julio Guzmán. En una correcta acción de fiscalización del tráfico de madera ilegal intervienen el ente encargado de la fiscalización tributaria (Aduana), la oficina que protege los recursos maderables (Osinfor), la Autoridad Nacional Forestal (Serfor) y la Interpol, entre otros.
Si bien los exportadores le presentan a Aduana los papeles que “legalizan” la carga que planean comercializar, en muchos casos estos documentos son falsos, explica Julia Urrunaga, de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés). El organismo que tiene el deber de certificar si lo que consignan los papeles es correcto es Osinfor, con su ingreso al campo para verificar si el producto ha sido extraído legalmente. No obstante, este no tiene la facultad de determinar hacia dónde se exporta la madera, esa información la administra Serfor.
Los expertos señalan la importancia de seguir realizando acciones de fiscalización como el Operativo Amazonas, porque permite tener un panorama más amplio del tráfico de la madera ilegal en el Perú y posibilita tomar medidas legales contra los responsables. La Operación Amazonas nació en el 2014 y continuó en el 2015, pero se suspendió este año. “Lo que pasa es que la Operación Amazonas ha nacido como un operativo de diversas entidades y no como una actividad protocolar o de obligación. Por múltiples razones ya no se ha hecho este año, espero que el próximo sí”, dice el procurador ambiental Guzmán.
Además, señala Guzmán, la salida del expresidente de Osinfor, Rolando Navarro Gómez también frenó la posibilidad de nuevas acciones. “Su salida quizá motivó a los otros funcionarios a que no tuvieran esa proactividad para desarrollarlo [el Operativo Amazonas], pero no olvidemos que no era obligatoria”, explica.
Cabe recordar, que la salida del alto funcionario se dio en medio de la captura del mayor embarque de madera ilegal en toda la historia del Perú, el Yacu Kallpa, en donde un sinnúmero de empresas están hoy comprometidas.
El caballo de Troya de la madera ilegal
Una embarcación gigante de nombre Yacu Kallpa almacenaba en su interior más de 25 mil metros cúbicos de madera ilegal, de un total de 32 015.575 metros cúbicos, según la Sunat. La madera robada provenía de comunidades indígenas, de familias de agricultores e incluso de las tierras del propio Estado peruano, y fue trasportada en tres viajes durante el 2015.
En el primer embarque se detectaron 439 537 metros cúbicos ilegales de madera (60.2 % del total ) con destino a México y Estados Unidos; en un segundo embarque se registraron 10 849 metros cúbicos de madera ilegal (81.4 % del total ) con destino a México y Estados Unidos; y finalmente, en un tercer embarque se trasladaron 9268 metros cúbicos de madera ilegal (96 % del total ) con destino a México, Estados Unidos y República Dominicana.
Según Julia Urrunaga de la EIA, el segundo embarque es el que se quedó varado en el Puerto de la ciudad de Houston en Estados Unidos, debido a que previamente la Aduana peruana había informado al Gobierno norteamericano sobre el origen ilegal de la carga. Este año, el Departamento de Justica de EE.UU. allanó el local de uno de los importadores de esta madera ilegal, la empresa Global Plywood.
En el caso del tercero, se detuvo en el puerto de Tampico (México). Este había salido de Lima en diciembre de 2015 y mientras el buque llegaba al destino mexicano, se confirmó en Perú que el 99 % de la madera era de origen ilegal. Gracias a las acciones de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) se pudo detener al navío, porque en México no hay ley que criminalice el tráfico de madera ilegal.
Ahora, ¿qué sigue?
En febrero de 2016, el Comité Interinstitucional de Estados Unidos en el Comercio de Productos de Madera del Perú exigió información al Perú, en una carta dirigida a la Ministra de Turismo y Comercio Exterior, Magali Silva Velarde-Rivas. El documento solicitaba información sobre un embarque de madera realizado en enero de 2015 por inversiones La Oroza, una de las más grandes exportadoras de madera que es investigada por el traslado ilegal de este producto.
“El pedido lo puede hacer porque el Perú está sujeto a brindar esta información por el anexo forestal del TLC Perú- EE.UU. Así se podrá presionar al Gobierno para que se den cuenta que la gran mayoría de la madera exportada del Perú es ilegal y es lavada con papeles falsos”, manifiesta Urrunaga.