- Una lista de 389 especies con algún tipo de amenaza fue incluida en el primer Libro rojo de la fauna silvestre amenazada en el Perú que se publicó en 2018.
- En la relación aparecen 122 especies de aves, 120 anfibios, 92 mamíferos, 32 reptiles y 23 invertebrados.
El Libro rojo de la fauna silvestre amenazada en el Perú se presentó en agosto de 2018. Habían pasado 27 años desde la última vez que se hizo un catálogo con las especies en riesgo, una iniciativa que el biólogo Víctor Pulido concretó en 1991.
Casi tres décadas después, el gobierno peruano publicó este informe que da cuenta de la situación de la biodiversidad en el país. Este trabajo realizado por el Servicio Nacional de Flora y Fauna Silvestre (Serfor) dio como resultado un listado con 389 especies consideradas con algún grado de vulnerabilidad.
En la relación aparecen 122 especies de aves bajo algún tipo de amenaza, los anfibios son 120, los mamíferos suman 92, los reptiles 32 y los invertebrados llegan a 23. Estos últimos incluidos por primera vez en un diagnóstico como este.
De todos ellos, 64 se encuentran en peligro crítico, el nivel más serio de amenaza antes de pasar a la extinción según las categorías de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
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1. Anfibios: los más amenazados
De las 599 especies de anfibios catalogadas en Perú, 33 están En Peligro Crítico, la categoría más alta antes de la extinción según la UICN. Otras 87 variedades de anfibios incluidas en el Libro rojo están categorizadas como En Peligro (42) y Vulnerables (45).
De todas las especies incluidas en el Libro rojo, 84 son endémicas, es decir, que habitan en un ecosistema específico, situación que tendría relación directa con el grado de amenaza de las especies.
“Los anfibios se desplazan muy poco, tienen ámbitos restringidos. Algunos son conocidos solo en un lugar específico, en un valle, incluso en una cueva. Por eso son tan vulnerables”, señala el biólogo Daniel Cossio, uno de los investigadores que participó en la elaboración del libro.
El sapo de Perú (Atelopus peruensis) es uno de ellos. Su población se ha reducido más del 80 % en los últimos 10 años y su hábitat se restringe a cuatro zonas en la región Cajamarca. También está la Rana del río Chili (Telmatobius arequipensis) que se encuentra en pocos lugares de Arequipa y Moquegua y se está reduciendo por la caza excesiva.
Preocupante es el caso del Atelopus eusebiodiazi, que habita únicamente en un sector de la Cordillera Huancabamba en Piura, a 2950 metros de altura. Se estima que posee una sola población de menos de 50 individuos y como no ha sido vista desde 1997, se cree que podría estar extinta.
2. Aves y mamíferos en riesgo
Las aves ocupan el segundo lugar en cuanto a especies en peligro crítico. En total son 15 variedades en alto riesgo. Entre ellas están la pava aliblanca (Penelope albipennis), el suri (Rhea pennata) el albatros de las Galápagos (Phoebastria irrorata), el Paujil del Sira (Pauxi koepckeae), el Zambullidor de Junín (Podiceps taczanowskii), la perlita de Iquitos (Polioptila clementsi) y el petrel de las Galapagos (Pterodroma phaeopygia), entre otras.
De las 1852 especies reportadas en Perú –el tercer país con más aves en el mundo después de Colombia y Brasil– 122 figuran bajo algún grado de amenaza.
En cuanto a mamíferos, son 10 las especies En Peligro Crítico que aparecen en la publicación. Perú ocupa el segundo lugar en América del Sur —después de Brasil— en cantidad de vivíparos, con un total de 519 especies, 70 de ellos endémicos.
También es el segundo país de Sudamérica con mayor número de mamíferos en riesgo, 92 en total, y el quinto entre los países megadiversos del planeta.
Entre los más amenazados están el tocón de San Martín o tití de los Andes (Callicebus oenanthe), el guanaco (Lama guanicoe), la musaraña de orejas cortas peruana (Cryptotis peruviensis), el mono choro de cola lanuda (Oreonax flavicauda), el tapir andino (Tapirus pinchaque) y el murciélago de hoja nasal peluda de Koepcke (Mimon koepckeae), entre otros.
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3. Mariposas y tortugas en la lista
Por primera vez han sido incluidos los invertebrados en una lista de especies amenazadas en Perú. Según el Libro rojo, el grupo mejor conocido de todos los invertebrados terrestres en el Perú es el de las mariposas (Papilionoidea) con más de 3800 especies confirmadas y una estimación de por lo menos 4200.
De la lista de invertebrados que se presentan como amenazados, dos de ellos están En Peligro Crítico: el opilión (Tingomaria hydrophila) que habita en Huánuco y el escarabajo o pelotero verde (Sulcophanaeus actaeon) de Junín. Además 32 están catalogados En Peligro y 50 en situación Vulnerable.
En cuanto a los reptiles son cuatro los que figuran en la categoría de Peligro Crítico: el cocodrilo de Tumbes (Crocodylus acutus), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga cabezona (Peltocephalus dumerilianus) y el gecko de Lima o gecko de las huacas (Phyllodactylus sentosus).
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4. ¿Cuáles son las causas de las amenazas?
El biólogo Daniel Cossios considera que tener una lista más amplia no es un retroceso en la conservación, sino más bien un gran avance en el conocimiento de la biodiversidad en Perú. “Que la lista sea mayor es el producto de un trabajo exhaustivo”.
Según el Libro rojo, la mayor amenaza para la fauna silvestre es la deforestación. Cossios sostiene que en los bosques húmedos habita la mayoría de especies amenazadas. Estos ecosistemas, conocidos como yungas, están ubicados en el lado este de la Cordillera de los Andes, en la zona de encuentro con la Amazonía.
La deforestación no es la única amenaza para la biodiversidad. El Libro rojo también menciona la expansión agrícola, la tala ilegal, el uso insostenible de fauna silvestre y la presencia de especies exóticas invasoras como otras causas que ponen en riesgo la supervivencia de especies. La publicación señala, además, que estas amenazas se mantienen a pesar de las medidas adoptadas para combatirlas.
“La recuperación de especies es compleja y muchas veces se necesita tomar medidas que respondan a una amenaza específica como, por ejemplo, los vectores de la quitridiomicosis que afecta a los anfibios o aplicar normas de conservación supranacionales para el caso de especies migratorias transfronterizas”, dice el libro publicado por el Serfor.
Desde el Estado, Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, define tres amenazas principales: pérdida de hábitat, tráfico ilegal de especies silvestres y presencia de especies invasoras.
En algunos casos, las amenazas varían de acuerdo a las especies. Según el Libro rojo, en el caso de las aves, son algunos ecosistemas sensibles como los bosques estacionalmente secos del noroeste del país, en la región de Tumbes los que reúnen el mayor número de especies en peligro. Otros lugares son los altos Andes, el mar pelágico, el valle del Marañón, los bosques de arena blanca y las cordilleras nororientales. Estas siete áreas geográficas concentran el 60 % de las especies de aves amenazadas del Perú.
Por otro lado, la pérdida o degradación de hábitat por avance de la actividad agrícola y pecuaria es la amenaza que afecta a un mayor número de especies de mamíferos, en total, a 63 de ellas. La pérdida o degradación de hábitat por forestería impacta a 34 especies. Le siguen la caza para consumo, con 23 especies, la pérdida de hábitat por actividades mineras y la posibilidad de cambios fortuitos o climáticos, que afectan a 17 especies.
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5. Los temas pendientes
Cossios considera que lo importante del Libro rojo es la información sobre las amenazas que enfrenta la fauna silvestre en Perú, así como los datos de cada una de las especies incluidas en la publicación, conocimiento que ha sido el resultado del trabajo de por lo menos 150 científicos.
El biólogo considera que con esta información se pueden planificar investigaciones y acciones para asegurar la conservación de las especies amenazadas, además de continuar una actualización periódica de la lista. “Existe una relación de especies con datos deficientes que se han incorporado en el libro porque se cree que pueden estar amenazadas, pero no tenemos la certeza de su situación como para clasificarlas en una categoría. Este un indicativo de lo que falta hacer”.
Cossios piensa que existe una deuda con relación a la evaluación de peces y cetáceos. “Es un tema pendiente en el país, considerando que tenemos especies de agua dulce y marinas”, agrega el investigador.
Gálvez-Durand, de Serfor, comenta que esta información debe ser utilizada por los gobiernos regionales, las municipalidades e incluso la Fiscalía cuando tiene que hacer denuncias por delitos contra los recursos naturales.
La directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre de Serfor agrega que también trabajan en la actualización del listado sobre la situación de la flora en el país. “El Libro rojo de flora también debe ser una meta para el Serfor”.
El autor del primer libro rojo en Perú, Víctor Pulido, quien también es asesor científico de la Convención de Especies Migratorias (CMS), recuerda que en 1991 —cuando publicó el listado de las especies amenazadas— los biólogos eran considerados soñadores, personas que corrían detrás de las mariposas o flores. “La biodiversidad no tenía la definición de recurso estratégico como ahora, que hablamos de biodiversidad como un tema de patrimonio”.
Pulido considera que se requiere decisión política para que se logren avances en la protección de la fauna silvestre. “Hay que fortalecer al Serfor, invertir en investigaciones científicas, realizar más acciones de control y sensibilizar a la población”.
Imagen principal: Oso de anteojos. Foto: SBC Perú.