- Una nueva red nacional de vigilancia sanitaria para la fauna silvestre busca documentar aquellos eventos que involucren muertes, enfermedades y lesiones de los animales que habitan en las áreas naturales protegidas del Perú.
- El propósito es prevenir situaciones como la aparición de enfermedades zoonóticas. Las observaciones se registrarán y sistematizarán utilizando el software SMART para la salud, una herramienta para monitoreo y reporte.
- El enfoque “Una Salud”, propuesto para el sistema, propone el reconocimiento de la interconexión e interdependencia entre animales, plantas, ecosistemas, medio ambiente y personas, para asegurar su salud y bienestar en conjunto.
La mortalidad masiva de delfines y ranas, los recientes casos de sarna en vicuñas y la muerte de numerosas especies provocada por un enorme derrame petrolero han sido algunos de los eventos sanitarios en fauna silvestre que, en los últimos diez años, encendieron las alertas de organizaciones y autoridades ambientales del Perú respecto a las formas de registrar, atender y prevenir afectaciones a la biodiversidad.
Para responder en forma oportuna a estos eventos, la organización Wildlife Conservation Society (WCS) y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) pusieron en marcha la creación de un nuevo sistema de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre. Se trata de una red que pretende abarcar las 76 áreas naturales protegidas del Perú y que conservan alrededor de 17.89 % de la superficie terrestre y el 7.76 % de la superficie marina del país.
Esta iniciativa no solamente tiene que ver con los animales. El sistema propone utilizar el enfoque “Una Salud”, empleado para aquellas acciones que pretenden mejorar los sistemas de vigilancia y manejo de enfermedades en la fauna silvestre, partiendo de la idea de que animales, plantas, ecosistemas, medio ambiente y personas forman parte de un todo.
“En los últimos años ha tomado relevancia la salud de la fauna silvestre y los aspectos negativos que sostiene”, dice Paulo Colchao, médico veterinario especialista en salud de vida silvestre, para WCS Perú. “Por causa de la degradación de los ecosistemas, el comercio de los animales silvestres y el cambio climático, se ha visto un incremento en la aparición y propagación de enfermedades en el mundo, lo cual tiene impactos en la salud pública, en la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y, por ende, un impacto en la economía tanto local como global”, explica el experto.
El software SMART se utiliza en áreas naturales protegidas de varios países de América Latina para vigilancia, control y monitoreo. Sin embargo, Perú será el primero que empleará el enfoque relacionado con la salud. Este sistema tendrá una primera etapa que concluirá en diciembre de 2022 y pretende extenderse al resto de las áreas protegidas durante 2023. El Estado no destinará un presupuesto para el sistema, pero WCS apoyó con recursos para la capacitación y equipamiento del personal.
El origen y la meta
De acuerdo con los registros de WCS Perú, en la última década han ocurrido diversos eventos sanitarios importantes en la fauna silvestre del país, como el varamiento masivo de delfines en la costa norte del Perú en 2012; la muerte masiva de ranas del Titicaca (Telmatobius culeus) en Puno en 2016; el reporte de siete esqueletos de tapires (Tapirus terrestris) en Madre de Dios en 2017; la afectación de diversas especies en las costas de Lima por el derrame de petróleo en Ventanilla a inicios del 2022, así como el reciente incremento de casos de sarna en vicuñas (Vicugna vicugna) en los Andes peruanos.
“Y así van saliendo distintas anécdotas o noticias que quedan un poco sin respuesta”, dice Colchao. “La idea del sistema de vigilancia es que el brote de una enfermedad —o cualquier otra afectación a la salud— de fauna silvestre sea detectado y manejado de manera adecuada para evitar cualquier efecto negativo que pueda tener en las poblaciones animales o que pueda tener impacto en la salud humana”.
La metodología de este nuevo sistema de vigilancia sanitaria de la fauna silvestre, que estará a cargo del Sernanp, consiste en que los guardaparques recolectarán datos de los eventos sanitarios de animales silvestres durante sus patrullajes, incluidos los indicios encontrados sobre las causas que pudieran haber provocado la mortalidad o enfermedad de las especies.
Después, registrarán sus observaciones en el software “SMART”, instalado en sus teléfonos celulares. Esta herramienta se utiliza en Perú desde 2014 para sistematizar y reportar la información de las Áreas Naturales Protegidas —como avistamientos de fauna, detección de actividades ilícitas o seguimiento a usuarios de recursos naturales, como pescadores—, pero al que ahora se incorporarán los datos respecto a la salud silvestre.
La información se procesará en los puestos de vigilancia y control; luego se enviará a la sede central del Sernanp en donde se compilará, sistematizará y analizará.
“El software es una herramienta valiosísima para nosotros, porque lo puedes instalar en un teléfono y, sin línea telefónica, puedes irte al campo, reemplazar el uso de una cámara y de un GPS; puedes tener un mapa integrado, registrar eventos y este software guarda toda la información”, explica Deyvis Huamán, biólogo responsable de la Unidad Operativa Funcional de Monitoreo, Vigilancia y Control de la dirección de Gestión de las Áreas Naturales Protegidas del Sernanp.
Huamán explica que “el guardaparque o el personal del Sernanp, cuando llega a su puesto de control, conecta su teléfono a internet y esa información la tenemos disponible en Lima, por ejemplo, o en las jefaturas de las áreas, por eso nos ayuda mucho a tomar decisiones y a las coordinaciones que tengamos que hacer con las autoridades pertinentes”.
En agosto pasado se capacitó al personal de la sede central del Sernanp. En ese mismo mes inició un piloto del registro de eventos sanitarios de animales silvestres —que durará hasta diciembre de 2022— haciendo uso de SMART para la Salud en tres áreas naturales protegidas: el Refugio de Vida Silvestre Los Pantanos de Villa, la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras–Islote Grupo Pescadores, y la Reserva Nacional de Lachay. A partir de 2023, se extenderá gradualmente a las 73 áreas protegidas restantes.
“Los guardaparques son una de las piedras angulares del sistema de áreas naturales protegidas, porque son la primera línea, quienes están en campo”, agrega Huamán. “En muchos casos, ellos son los que nos alertan de alguna amenaza o de algún registro ocasional, pero también nos alertan de la diversidad que tenemos en las áreas naturales protegidas. Mucha información viene desde este personal, son muy observadores sobre los cambios en la fauna”.
Según Huamán, la importancia del sistema radica en el tiempo de respuesta. Al detectar algún evento anormal en la salud de la fauna silvestre, la comunicación con el Ministerio del Ambiente permite coordinar con otros organismos estatales —como el Ministerio de Salud o el Servicio Nacional de Sanidad Agraria— y organizaciones cooperantes.
“Creo que muchos de estos esfuerzos tienen que estar relacionados al reporte, pero también tienen que promoverse líneas de investigación en estos temas”, agrega. “El Sernanp, como institución y sin temor a equivocarme, tiene el primer sistema de áreas naturales protegidas a nivel mundial; es la primera institución está tomando la decisión de integrar este enfoque y este sistema de monitoreo de salud de fauna silvestre”.
Las enfermedades zoonóticas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una zoonosis es una enfermedad infecciosa transmisible de animales al ser humano, a través de bacterias, virus, parásitos o agentes no convencionales y que se propaga por contacto directo o a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente.
Estas enfermedades representan un importante problema de salud pública en todo el mundo, además de ser un riesgo para la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad.
“Uno de los mejores ejemplos —y por qué el enfoque de Una Salud ha recobrado importancia— es la pandemia del COVID-19 que hemos tenido en los últimos dos años”, explica Colchao, de WCS. “Cuando apareció, la respuesta fue un poco lenta y (el virus) se propagó a nivel mundial; fue difícil de controlar”.
Además de promover el establecimiento de una red nacional de vigilancia sanitaria de fauna silvestre en Perú, el objetivo es incorporar actores clave en el sector público y privado para mejorar el diagnóstico, el manejo de las enfermedades y la velocidad de respuesta ante un evento sanitario.
“Las áreas naturales protegidas no necesariamente están completamente cerradas y también hay comunidades dentro de ellas”, agrega Colchao. “Lo ideal sería que, después de un evento sanitario, haya una alerta dirigida hacia la central que analiza lo que está sucediendo, para que pueda comunicárselo a cualquier organización del Estado que pueda estar involucrada”.
El especialista insiste en la urgencia de reconocer que el ser humano no está aislado en el mundo.
“Muchas de las interacciones que tenemos con nuestro medio ambiente también las tienen los animales, las plantas, los ecosistemas”, concluye. “Entonces, vale decir que con cualquier cosa que le suceda al medio ambiente en el que vivimos, van a aparecer nuevos problemas y amenazas que afectarán no solo a la conservación de la biodiversidad, sino también a nuestro estilo de vida, por los impactos que pueden tener las enfermedades y la degradación de los ecosistemas directamente”.
Imagen principal: Guardaparques tomando datos de vigilancia y control utilizando SMART. Foto: Sernanp
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