Durante mucho tiempo, China ha sido un ejemplo sobre qué no hacer para alcanzar la sostenibilidad medioambiental. En 2005, ocupaba el puesto 133, de 146 paises por sus esfuerzos medioambientales. China se enfrenta a serios problemas ambientales, que van desde una grave polución del aire y del agua, deforestación, desertificación y extinción hasta la superpoblación. Un reciente artículo de la revista Science reflexiona sobre las complicaciones que han llevado a China a sus actuales males ambientales, y cuál debe ser la dirección a tomar por el paíahora.
“Durante los pasados 60 años, los impactos negativos han sido mayores que los positivos, con la mayoría de las condiciones ambientales empeorando, y muy pocas mejorando,” escribe Jianguo Liu, Catedrático en Pesquerías y Vida Salvaje de la Universidad de Michigan (MSU), que tiene además la cátedra Rachel Carson en Sostenibilidad.
En primer plano, el viejo Shanghai, al fondo el nuevo Shanghai. Las políticas económicas de China ha acarreado algunas calamidades ambientales. Foto: Rhett A. Butler. |
Desde el Gran Salto Adelante de Mao, los ecosistemas naturales se han visto destruídos en favor de la agricultura, la producción de acero y, más recientemente, mercancías para exportación. En 1994, el “desarrollo sostenible” se convirtió en estrategia nacional, pero el crecimiento económico siguió siendo la prioridad, de acuerdo a Liu.
“La ideología tan ampliamente extendida de “desarrollo primero, proteción ambiental después” o “ensucia, que ya limpiarás” es la causa básica de la baja posición de China en el ranking de sostenibilidad medioambiental,” escribe Liu.
Uno de los planes más atrevidos de China para manejar los problemas ambientales y la superpoblación fue la “política de un solo hijo”, implantada en 1979. Se cree que esta política consiguió ralentizar el crecimiento de la población en, aproximadamente, 300 millones de personas en 25 años. Aún así, los cambios en la sociedad china han eclipsado los beneficios ambientales que cabría esperar de un crecimiento ralentizado.
Mientras que el aumento en la población de China se frenaba, el número de nuevos hogares ha aumentado más rápido que la población del país. Entre 1985 y 2000, China ha visto aparecer 125 millones de nuevos hogares, debido a los cambios sociales, tales como un aumento en los divorcios, y menos hogares multigeneracionales, rebajando la media de personas que viven en una casa.
“Más hogares consumen más recursos y generan más residuos, y hogares más pequeños disminuyen la eficiencia en la utilización de los recursos,” escribe Liu.
Una yurta provista con energía solar en China. China es actualmente el mayor inversor en energías renovables. Foto: Rhett A. Butler. |
La política de un solo hijo nos deja una lección, que “integrar la investigación sobre ciencias naturales y sociales puede ayudarnos a comprender la complejidad de las interacciones entre las fuerzas que afectan al sostenimiento ambiental, de modo que se puedan alcanzar los resultados deseados,” dice Liu.
El gobierno debería avanzar creando nuevas políticas que frenen la creación de nuevos hogares, de acuerdo a Liu. “Una idea sería promover incentivos, tales como rebajas en los impuestos o subsidios para promocionar hogares multigeneracionales, casas compartidas por amigos y otros miembros no familiares, y desanimar los divorcios.”
Liu apunta que, recientemente, ha habido un movimiento de cierta importancia dirigido a la sostenibilidad: justo por encima del 15% de China está protegido como reserva natural; desde 1998 está prohibido cortar bosques silvestres; y el gobierno se ha comprometido a recortar la intensidad de las emisiones de CO2, en relación a la unidad GDP (Gross Domestic Product -Producto Nacional Bruto) en un 40-45% para 2020, en comparación a los niveles de 2005. China está tomando pasos decididos en favor de las energías renovables, dejando atrás a los EE.UU. y la UE en inversiones limpias. De todas formas, aunque el país ha aplicado muchas leyes medioambientales, Liu cree que estas regulaciones necesitan una mejor implantación, y más controles.
“China es el país más poblado y con el crecimiento económico más rápido del mundo -todo lo que hace tiene un gran impacto,” añade Liu. “El sostenimiento ambiental en China es crucial, no solo para China, sino para el resto del mundo.”