Una entrevista con Katherine Ponte, fundadora de Ecostasy.
A la mayoría de grandes empresas les encanta parecer ecológicas, pero muy pocas –en realidad prácticamente ninguna- se ponen realmente manos a la obra. La compañía de diseño sostenible, no solo se pone a ello, sino que de hecho busca los lugares que puedan suponer un reto mayor para trabajar: la Amazonia Brasileña amenazada. Especializada en productos artesanales de los grupos indígenas –tales como joyería, cerámica y mobiliario- Ecostasy intenta equilibrar economía inteligente, protección medioambiental y desarrollo comunitario. Con todo, no se llame a engaño, Ecostasy no es una empresa sin ánimo de lucro sino un ejemplo atípico y reconfortante de empresa con vocación de cambiar el mundo para mejor.
“En mi opinión, una empresa honesta no compromete sus principios morales por el interés económico. Para mí, una actitud ética está compuesta fundamentalmente por un comportamiento propio sincero y responsable hacia nuestras comunidades de parte (clientes, empleados, proveedores), nuestra sociedad y el medio ambiente,” nos cuenta Katherine Ponte, fundadora de Ecostasy, en una entrevista a mongabay.com.
Ecostasy trabaja en la actualidad con siete diferentes grupos indígenas. Estas asociaciones han resultado altamente beneficiosas para todas las partes.
Katherine Ponte de Ecostasy en Brasil. Foto gentileza de Ecostasy. |
“Los productos artesanales celebran una de las formas más elevadas de producción sostenible –manteniendo a las comunidades en sus hábitats locales, generando ingresos a través de costumbres tradicionales, y trabajando en una colaboración armoniosa con la naturaleza,” comenta Ponte. Estos esfuerzos permiten a las comunidades tradicionales convertirse en los mejores servidores posibles del medio ambiente, procurando alternativas viables a las prácticas destructivas surgidas de la necesidad económica. La artesanía también aporta unos ingresos mayores que las actividades extractivas, reflejando así su mayor valor añadido.”
Además, Ponte apunta que al recibir salarios a cambio de bienes artesanales, los indígenas pueden mantener sus formas de vida y continuar siendo los “guardianes” de sus territorios, evitándose así el destino de muchos de ellos que se ven obligados bien a emigrar a las ciudades paga ganarse el sustento o a vender sus tierras a industrias como la agrícola, la minería o la explotación forestal.
Ponte resalta el hecho de que mientras muchos pueden considerar a las comunidades con las que ella trabaja como “pobres”, en realidad carecen de una adecuada perspectiva del asunto.
“Muchos de nuestros proveedores son “ricos” –extraordinariamente ricos en aspectos muy importantes de la vida como son la familia, la tradición, el oficio y la personalidad por mencionar solo unos cuantos. No vendemos productos hechos por “gente pobre”, sino por gente “rica” cuyas creaciones y raíces son valiosas y dignas de aprecio.”
Artesano cepillando madera para el proyecto OCT en la Comunidad Nuquini cerca de Santarém, Para. Foto de: Dr. McGrath, Woods Hole Research Center. Foto gentileza de Ecostasy. |
La búsqueda de comunidades asociadas y de productos artesanales originales no fue sencilla y según Ponte todavía continúa. Ecostasy está en negociaciones con cuatro grupos indígenas más con vistas a poner en marcha una asociación.
“Hacemos todo lo posible por localizar individuos y comunidades que vivan de manera armoniosa con la naturaleza, que produzcan productos de alta calidad en estas regiones y que lleven a cabo un uso responsable de las materias primas. […] Viajamos a siete estados brasileños para reunirnos directamente con artesanos y visitamos innumerables ferias locales tradicionales para localizar y reunirnos con proveedores,” nos cuenta Ponte.
El original modelo de negocio utilizado por Ponte se ha llegado a conocer en algunos círculos como “boutique” capitalismo, en el que la explotación forestal o cualquier otra industria extractiva es remplazada por comunidades fabricando artículos de alta calidad para consumidores con mentalidad ecológica. Un ejemplo de todo esto son los Talleres Caboclo (u OCT) que producen mobiliario “rustico” en el Amazonas para Ecostasy.
Los participantes en un Taller Caboclo comienzan haciendo pequeñas piezas de mobiliario y otros pequeños objetos domésticos con madera desechada en los desmontes agrícolas, sin que deba talarse ningún árbol. OCT está compuesta actualmente por unos 45 artesanos de la madera que trabajan en 6 talleres de 6 comunidades localizadas a lo largo de la orilla occidental del parte bajo del rio Tapajós,” nos cuenta Ponte, añadiendo también que [el proyecto] se remonta al movimiento de bases de los años ochenta que surgió para proteger los territorios comunales de las invasivas compañías madereras.”
Ecostasy se ha sumado al Año Internacional por la Biodiversidad 2010 (IYB) convirtiéndose en asociado oficial de esta celebración de la ONU.
“La biodiversidad es un asunto de la máxima importancia para Ecostasy. Nuestros productos suponen un escaparate de esa biodiversidad sin la cual nuestras colecciones no serían lo que son,” nos dice Ponte.
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Asumiendo que para algunas empresas puede resultar difícil convertirse en “ecológicas”, Ponte resalta que no resulta de manera alguna imposible.
“Animaría a cualquier empresa a dejar de lado la parafernalia del marketing ecológico y centrarse en qué medidas de peso pueden tomar para ser ecológicos. Muy a menudo se requiere pensar de manera creativa, buscando una manera divergente de volverse ecológico.El consumidor ecológico está muy bien formado e informado, y medidas ecológicas meramente cosméticas no tienen, a largo plazo, demasiada aceptación. Más y más a menudo, los consumidores reconocen la diferencia entre marketing ecologista y ecologismo verdadero,” nos dice Ponte.
En una entrevista concedida en Octubre del 2010 Katherine Ponte hablaba para mongabay.com sobre los objetivos y principios de Ecostasy, la manera en que la empresa encuentra a sus artesanos, su trabajo con las comunidades indígenas del Amazonas, y como una empresa puede ir más allá del mero lavado de cara para parecer ecológica y llegar a serlo realmente.
UNA ENTREVISTA CON KATHERINE PONTE
Mongabay: ¿Cuáles son los principios directores de Ecostasy?
Katherine Ponte: Ecostasy es un objetivo comercial pensado para personas bien informadas y capaces de apreciar los valores intrínsecos de objetos seleccionados que promueven el bien social y medioambiental. Los principios de nuestra colección son los siguientes:
Un producto prácticamente terminado del proyecto OCT. Foto gentileza de Ecostasy. |
Belleza artesanal—Nuestros productos son artesanales y realizados en pequeñas cantidades, lo que los diferencia de la homogeneidad propia de la producción en serie.
Diseño Inspirado—Nuestros diseños aúnan estilo y funciones tradicionales y modernas respetando los materiales y formas naturales.
Alta Calidad—Nuestros artículos son realizados por exquisitos artesanos de gran creatividad con materiales duraderos y destinados tanto al disfrute estético y a servir de fuente de inspiración como a ser útiles.
Naturales y Renovables—Nuestros productos se realizan con materiales naturales y renovables que incluyen los procedentes del reciclado y de recursos no convencionales.
Conservacionismo Productivo—Comercializamos objetos fabricados con materias y según procedimientos que preservan los recursos naturales y mantienen áreas de gran importancia ecológica.
Preservación de las Comunidades—Al trabajar con múltiples proyectos de desarrollo comunitario, perseguimos establecer asociaciones que ayuden a preservar a las comunidades y hábitats tradicionales.
Accesibilidad—Perseguimos hacer nuestra colección asequible, a través de una justa gama de precios, a una amplia base de consumidores con la intención de alentar una demanda continuada de nuestros productos y constantes fuentes de ingresos para nuestros productores.
Contextualización—Buscamos proporcionar a los visitantes una experiencia informativa que coloque los objetos en su entorno y que garantice una apreciación de sus valores sociales y medioambientales.
Colaboración—Nuestros productos no son obtenidos fácilmente. En la mayor parte de los casos, hemos sido los primeros en hacerlos asequibles fuera de las fronteras de Brasil. Buscamos asociaciones que potencien nuestra oferta y que sean mutuamente beneficiosas para así conseguir de manera conjunta más de los que podríamos conseguir por separado.
Resulta importante resaltar que, desde nuestro punto de vista, la conservación del medio ambiente y la preservación de las comunidades indígenas están ligadas de forma inseparable. Una relación de simbiosis entre lo que se da y lo que se toma, entre la tierra y sus habitantes, garantiza la supervivencia de ambos. Gracias a estos principios, Ecostasy persigue obtener artículos bellos y originales que promuevan esta honesta relación a la vez que se educa y se satisface el buen gusto de los consumidores.
Mongabay: ¿Qué es lo que hace que su empresa sea única?
Katherine Ponte: Nuestra empresa es única en muchos aspectos: Misión – Hemos elegido un modelo de ventas online para ofrecer una original colección de diseño sostenible en nuestra página ecostasy.com. Intentamos promover y ayudar a conservar hábitats y a sus pueblos amenazados adquiriendo sus productos para distribuirlos y desde nuestra página llena de información concienciar al mundo de su importancia al tiempo que damos a conocer su causa.
Obtención — establecemos y seguimos con rigurosa responsabilidad social y medioambiental los principios de obtención como anteriormente mencionados.
Compra — controlamos cada etapa del proceso de adquisición, cosa que muy pocos minoristas de nuestro tamaño se molestan en hacer. Compramos directamente a nuestros proveedores, los exportamos desde Brasil, los importamos a los Estados Unidos y somos la minorista de la etapa final de este proceso también. Creemos firmemente que los minoristas son los guardianes definitivos de un comercio social y medioambientalmente responsable. Los modelos minoristas tradicionales lógicamente dependen en gran manera de los mayoristas.
Igualmente, el modelo tradicional de la cadena de ventas minoristas paga los mayoristas en vez de los artesanos productores. En nuestro sistema no tenemos que preocuparnos de si el mayorista paga a los artesanos de manera justa y regular. Tratamos directamente con cada artesano, asegurando unos pagos justos y regulares. Otro aspecto del modelo tradicional de la cadena de ventas minoristas que nos parece desconcertante es el que los mayoristas están siempre interesados en el incremento de la producción. La incapacidad de empequeñecer la producción deja a muchos y maravillosos productores sin canales de distribución. Nuestro deseo es ayudar a cubrir ese hueco. El incremento de la producción no es, ni nunca será, uno de nuestros principios de obtención. La fidelidad a nuestros principios de obtención rige completamente nuestra selección de productos. Nos permiten ofrecer una maravillosa colección de productos, muy raramente asequibles fuera de sus mercados locales, y por eso estamos orgullosos.
Logística — nuestro proceso logístico es complejo, concretamente la exportación desde Brasil, su importación en Estados Unidos y la coordinación de más de 50 proveedores a todo lo largo de Brasil cuyos productos suponen un escaparate de toda la inmensa biodiversidad del país. Ante tal complejidad somos muy pragmáticos y mantenemos un seguimiento constante de las posibilidades logísticas para mejorarlas y hacerlas más eficientes en lo que se refiere a costes y tiempo de respuesta.
Desmonte para pastos en el Amazonas en los límites de una reserva forestal. Foto de: Rhett A. Butler. |
Venta — Al contrario de lo que sucede con muchos de los comercializadores de diseños brasileños, nosotros invertimos en inventario que se transporta a los Estados Unidos principalmente en contenedores por vía marítima. El transporte por vía marítima tiene un impacto mucho menor, en lo que a emisiones de CO2 se refiere, que el transporte aéreo. Otros comercializadores no invierten en inventario, sino que ponen los productos en el mercado mediante el sistema de “remesas” (pagan por lo que venden) y centran sus recursos en el marketing. Otro asunto, en lo que atañe a las operaciones centradas en los productos de “comercio justo”, discrepamos en el énfasis puesto en el término “pobreza” en lo que a acciones de marketing se refiere. Es cierto que compramos productos a productores individuales y a comunidades que algunos mayoristas y minoristas podrían considerar “pobres”. Sin embargo, muchos de nuestros proveedores son “ricos”-extraordinariamente “ricos” en muchos importantes aspectos, por ejemplo en su entorno familiar, cultura, tradición, oficio y personalidad. No vendemos productos fabricados por “gente pobre”, sino por gente “rica” cuyas creaciones y raíces son valiosas y dignas de aprecio.
Los consumidores pueden y deben jugar un papel definitorio en las cadenas de venta. Cuando un consumidor nos compra un producto, está colaborando y potenciando nuestra visión de lo que debe ser una cadena adecuado y justo de venta. Esperamos que en el futuro más y más consumidores inviertan en nuestro modelo social y medioambientalmente mejorado.
Mongabay: ¿Cómo encuentran los productos que venden?
Katherine Ponte: Investigamos cuidadosamente cada uno de ellos. Con objeto de promover una preservación productiva, es uno de nuestros principios de obtención a localizar áreas y materias primas de importancia medioambiental. Hacemos todos los esfuerzos necesarios para identificar personas y comunidades que viven en armonía con la naturaleza y que producen productos de alta calidad en aquellas áreas usando las materias primas de forma responsable. Además de artesanos que viven en regiones medioambientalmente amenazadas, buscamos también artesanos y diseños en espacios urbanos y que realicen una producción social y medioambientalmente responsable. Hemos estado en siete estados brasileños para encontrarnos directamente con artesanos de la zona y hemos visitado innumerables ferias locales tradicionales para conocer y reunirnos con proveedores. También hemos recibido apoyo en este proceso por parte de las autoridades locales y organizaciones científicas y No Gubernamentales. Este proceso de investigación nos llevó casi un año entero y con todo sabemos que no hemos hecho más que empezar.
Mongabay: Los productos de Ecostasy son obtenidos de algunas de los lugares, ecológicamente hablando, mas importantes y amenazados del planeta. ¿Cómo se aseguran de que la producción de un producto determinado es medioambientalmente sostenible?
Katherine Ponte: Desde el principio, como ya he mencionado antes, para nosotros era importante obtener desde lugares ecológicamente significativos y amenazados. Nuestros proveedores en tales áreas dependen, para su artesanía, de una gestión sostenible de los recursos naturales. Las comunidades “ancestrales” (como se conoce a los habitantes de estas áreas), “indígenas” y también “quilombo” son importantes guardianes de estas zonas ecológicamente amenazadas y deben ser apoyadas. En mis estancias en esas regiones, muchos miembros de las comunidades tradicionales me han expresado su irrenunciable deseo de permanecer “en el lugar”, resistiendo las presiones para abandonar sus comunidades y emigrar a la ciudad. Desafortunadamente, la falta de oportunidades económicas empuja a muchas de estas gentes ancestrales a buscar trabajo en otras zonas, en las ciudades, reduciendo así su actividad como “guardianes” de sus lugares de origen. Los entornos tradicionales, entonces, pasan a estar disponibles para extraños deseosos de poner en marcha actividades que a menudo resultan perjudiciales para el medio ambiente.
Además de consultar siempre que es posible con expertos de las propias zonas, por ejemplo expertos medioambientales, ONGs y agencias gubernamentales, nos preocupamos por conseguir confirmación y documentación independiente del origen de los productos y de su producción responsable. Somos especialmente estrictos en lo que se refiere a artículos en madera. Por poner un ejemplo, a excepción de uno de ellos, todos nuestros proveedores nos proporcionaron documentación por escrito, bien del FSC (Consejo de Administración Forestal) o del IBAMA (el organismo medioambiental brasileño), acreditando que fue obtenido responsablemente. La excepción fue una pequeña ONG, previamente reconocida y alabada por su trabajo con residuos forestales. En lo que atañe a las certificaciones es importante destacar que el proceso, bien sea por el FSC o por Comercio Justo, resulta demasiado complicado y costoso para alguno de los suministradores disponibles. Me gustaría ver más iniciativas por parte del FSC y de algunas otras organizaciones certificadoras para racionalizar el proceso de cara a pequeños pero encomiables productores. Personalmente damos preferencia a proveedores que pueden proporcionarnos certificaciones pero gracias a nuestra diligencia debida también obtenemos de algunos proveedores que no disponen de tal certificación.
PROYECTOS EN EL AMAZONAS
Mongabay: La Amazonia brasileña se ha convertido en uno de los lugares más importantes para su empresa. ¿Qué llevó a Ecostasy hasta allí?
Un arbol aislado en una zona deforestada de Brasil. Con forme a un reciente índice medioambiental, Brasil, de todas las naciones del planeta, sufre el mayor de los impactos medioambientales. La deforestación fue uno de los factores incluidos en las conclusiones del estudio. Foto de: Rhett A. Butler. |
Katherine Ponte: La Amazonia, la selva tropical más grande del mundo, es conocida como el “pulmón del planeta” por el papel preponderante que tiene en el ciclo global del CO2 y como este afecta el clima global. Para ser más específicos, Brasil acoge a más de la mitad de la selva amazónica, con la Amazonia cubriendo el 50 por ciento de la masa continental brasileña. Aparte de su importancia medioambiental, el tremendo potencial genético y farmacéutico de la Amazonia es incalculable. Su importancia mundial como uno de los más importantes filtros de CO2 y la necesidad imperiosa de su preservación no puede ser menospreciada bajo ninguna circunstancia. Es por ello que la Amazonia resulta tan importante para Ecostasy.
En este mismo contexto, es extremadamente importante comprender que la Amazonia no es un lugar deshabitado. Es el hogar de un importantísimo número de poblaciones indígenas y ancestrales de gran importancia cultural y antropológica. En la región se hablan más de 200 lenguas indígenas. Muchas de estas poblaciones continúan practicando y conservando modos de vida y tradiciones que han sobrevivido durante miles de años, conviviendo de manera armoniosa con la naturaleza. De igual manera, casi 25 millones de brasileños habitan los nueve estados localizados dentro del área de la Amazonia.
También vale la pena recordar que Brasil acoge igualmente otros importantes y amenazados ecosistemas, por ejemplo el Cerrado, la sabana con mayor biodiversidad de todo el mundo, el Bosque Atlántico con su extremada biodiversidad, y el Pantanal, el humedal de agua dulce más grande del planeta.
Un principio clave a la hora de localizar producción en la Amazonia es el mantener a las poblaciones tradicionales en las áreas forestales, que es lo que ellas mismas desean por encima de todo. Las iniciativas comunitarias centradas en el desarrollo sostenible de oficios tradicionales son también importantes instrumentos en la protección medioambiental. Los artículos artesanales suponen una de las más exquisitas formas de producción sostenible –preservando a las comunidades en sus entornos locales y generando ingresos a través de prácticas tradicionales que trabajan en armoniosa colaboración con la naturaleza. Estos intentos permiten a las comunidades tradicionales ser los mejores guardianes posibles del medio ambiente, proporcionando alternativas viables a las prácticas destructivas puestas en práctica a fuerza de pura necesidad económica. Las artesanías también producen mayores ingresos que las actividades extractivas debido que conllevan un valor añadido más alto. Los esfuerzos de organismos locales e internacionales para proporcionar supervisión y orientación en áreas como la certificación en la procedencia responsable de las materias primas y en el resto del proceso de producción son importantes componentes de estas iniciativas.
Nuestra colección proporciona al consumidor individual la oportunidad de contribuir al bien social y medioambiental mediante la adquisición de objetos de gran calidad primorosamente elaborados y obtenidos. Aún más, la enriquecedora información a disposición de nuestros usuarios en ecostasy.com contribuye a la apreciación del origen, del propósito, de la razón y del proceso de producción de nuestros productos. Esperamos que nuestra oferta y la experiencia de usuario sirvan de vínculo con lugares y personas y anime a su conservación.
Mongabay: ¿Puede contarnos algo del Proyecto Caboclas?
Artesano limando la madera en el proyecto OCT en la Comunidad Nuquini, cerca de Santarém, Para. Foto de: Dr. McGrath, Woods Hole Research Center. Foto gentileza de Ecostasy. |
Katherine Ponte: Según el Woods Hole Research Institute: “En algunos pocos lugares, una estrategia alternativa de la silvicultura de base comunitaria y que podría denominarse ‘boutique selecto’, en contraste con el enfoque de “capitalismo de materias primas” que caracteriza a la silvicultura tradicional. Ese enfoque combina, usando tecnologías y modos organizativos simples, la producción a pequeña escala de productos elaborados de alta calidad para el mercado de consumo ecológico.”
Una de esas iniciativas de “boutique capitalismo” es “OCT” o Talleres Caboclo de la región del Tapajós en la Amazonia Brasileña. Llamados así por los caboclo, grupos de origen mestizo, descendientes de la mezcla de europeos, africanos e indígenas, los participantes en un Taller Caboclo comienzan haciendo pequeñas piezas de mobiliario y otros pequeños objetos domésticos con madera desechada en los desmontes agrícolas; sin que deba talarse ningún árbol. OCT se compone actualmente de alrededor de unos 45 trabajadores de la madera en 6 comunidades localizadas a lo largo de la orilla occidental de la cuenca baja del rio Tapajós. El proyecto se basa en las experiencias en silvicultura sostenible de otros proyectos llevados a cabo en la Amazonia. Sus orígenes se remontan al movimiento de base de los ochenta que se puso en marcha para proteger los territorios comunales frente a las invasivas compañías madereras.
Este movimiento local de base llevó a la creación de la RESEX, Reserva Extractiva Tapajós Arapiuns en 1998 para lograr una protección efectiva de sus tierras frente a las compañías madereras. Luego, en 1999, el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia (IPAM), se puso en contacto con varias comunidades del Resex para determinar su interés en el desarrollo de proyectos de silvicultura sostenible. Basadas en estas conversaciones iniciales, se propuso la producción de mobiliario “rústico” y otros artículos producidos a partir de la madera y materias naturales. Durante el bienio 2001-2002, y bajo la dirección del Dr. Charles Peters del New York Botanical Gardens, se completaron los planes de gestión forestal. En 2001, OCT comenzó a comercializar sus productos en ferias locales y en años sucesivos se alcanzaron importantes hitos comerciales. Significativamente, desde inicios del nuevo milenio, científicos del Woods Hole Research Center han trabajado directamente con el OCT.
Mongabay: ¿Cómo asegura este proyecto la silvicultura sostenible en la Amazonia?
Katherine Ponte: Como ya he mencionado, el proyecto se desarrolló con el asesoramiento institucional del el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia (IPAM), el Woods Hole Research Institute y el New York Botanical Gardens. Los grupos comenzaron usando la madera de árboles abatidos mientras se desarrollaban los planes de gestión para un uso sostenible de sus recursos madereros.
Artesanos trabajando en una cabaña. Foto de: Dr. McGrath , Woods Hole Research Center. Foto gentileza de Ecostasy. |
El enfoque del proyecto para la silvicultura sostenible de la Amazonia resulta posiblemente descrito de la mejor manera en palabras del Woods Hole Institute: ”la estrategia de trabajo con la cooperativa OCT se compone de cuatro elementos que diferencian su enfoque respecto del que han adoptado la mayoría de las iniciativas de silvicultura comunal basadas en la producción maderera. Primeramente, se centra en la producción de mobiliario rustico mediante herramientas manuales la mayoría de las cuales se pueden conseguir localmente. En segundo lugar, la estructura organizativa es coherente con los conocimientos y capacidades de sus miembros. En tercer lugar, en vez de explotar comercialmente toda la madera disponible en un ciclo de 30-40 años, el sistema de gestión solo extrae el volumen de madera equivalente al crecimiento anual de la masa forestal administrada. En cuarto lugar, el proyecto se fija objetivos de crecimiento en los que la complejidad organizativa y tecnológica aumenta al ritmo de desarrollo de las capacidades del grupo.”
El OCT es un modelo ejemplar para otros proyectos localizados en lugares de gran importancia ecológica y que puedan estar amenazados. Se trata de un ejemplo de colaboración entre instituciones medioambientales internacionales y las comunidades locales para crear y desarrollar las mejores de las iniciativas para estas áreas tan importantes.
Mongabay: ¿De qué forma la producción artesanal ayuda, como es el caso de Caboclas, al personal local?
Katherine Ponte: La producción artesanal, como demuestra el excelente ejemplo del proyecto OCT para la silvicultura sostenible, puede suponer una importante fuente de ingresos para las comunidades tradicionales. La producción artesanal rinde unos ingresos mayores que otras actividades extractivas, reflejando así su mayor valor añadido. Ayuda a los artesanos a permanecer en sus comunidades, reduciendo la necesidad de buscar actividades alternativas fuera de sus hogares y de su hábitat.
Mongabay: ¿Por qué no nos cuenta algo de los Apurinã?
Hombres Apurinã en 1984. Foto de: Nietta Lindenberg Monte. Foto gentileza de Ecostasy. |
Katherine Ponte: Los indígenas Apurinã se encuentran a lo largo de los márgenes del rio Purus en los estados de Acre y Rondonia en la Amazonia brasileña. Los primeros investigadores, viajeros y misioneros en alcanzar el rio Purus en el siglo XIX informaron de que aunque los Apurinã vivían a alguna distancia de la orilla del rio, solían viajar hasta los márgenes del Purus para pescar y capturar tortugas. Para 2006, la población Apurinã se estimaba por encima de los 3.000, aunque el total de su población no se conoce con seguridad. La mayor parte de la historia reciente de los Apurinã se ha visto influida por la extracción del caucho, y el reconocimiento oficial de las tierras ancestrales de los Apurinã continua siendo un desafío que a menudo lleva a enfrentamientos con los madereros y hacendados. La producción la realiza un grupo compuesto por 42 familias que sobreviven con la recolección silvestre de frutos, fibras y semillas para la producción artesanal, la pesca y la agricultura. El grupo produce toda una gama de collares y artículos de joyería utilizando materiales silvestres naturales que suponen una expresión de las prácticas, costumbres y raíces ancestral.
Mongabay: ¿Qué amenaza su forma de vida?
Katherine Ponte: Uno de los principales desafíos que deben afrontar los Apurinã es la regulación de áreas tradicionales todavía habitadas por ellos pero que no han sido aún reconocidas y protegidas como su hábitat oficial. El control de la propiedad en la Amazonia se hace particularmente difícil dada la asombrosa enormidad y aspereza del terreno y se complica con la existencia en la región de una permanente incertidumbre respecto de los mismos títulos de propiedad. Esta situación hace a los territorios ancestrales de los Apurinã vulnerables a la invasión y contaminación derivadas de los desmontes llevados a cabo por actividades como la ganadería extensiva y la agricultura. Por poner un ejemplo, su territorio a lo largo de la carretera general entre Rio Branco y Boca do Acre ha sido completamente transformado por la actividad agrícola. Este desmonte ha llevado a la contaminación de territorios ancestrales de pesca y provocado alteraciones en las zonas de caza que ahora amenazan el acceso de los Apurinã a fuentes esenciales de alimentación.
En este contexto, me gustaría resaltar que el asunto del uso de los recursos de la Amazonia conlleva la necesidad de considerar toda una gama de aspectos muy controvertidos y llenos de matices. El fuerte vínculo existente entre deforestación y cambio climático ha convertido este debate en un asunto absolutamente internacional. El equilibrio y la atención a los distintos y contradictorios intereses de cada una de las partes implicadas será esencial para alcanzar el éxito en la necesaria reforma y requerirá un enfoque multidisciplinar. Por ejemplo, es importante reconocer que la emigración interior a zonas ahora consideradas como amenazadas fue en gran parte provocada por los incentivos gubernamentales para colonizar regiones subdesarrolladas durante la dictadura militar brasileña de los años setenta del pasado siglo, a la manera de la expansión norteamericana hacia el Oeste. Las inversiones y esfuerzos de estos pioneros deben también reconocerse en las iniciativas para la protección y el desarrollo económico sostenible de la región. Esta clase de programas incentivaron el crecimiento de la industria agrícola y ganadera de Brasil que tiene ahora una importancia tanto nacional como global, con su faceta exportadora para satisfacer la demanda de países en desarrollo como China y la de países desarrollados como es el caso de los Estados Unidos. Una atención que garantice el crecimiento responsable y beneficioso de tales industrias será un componente esencial de la reforma.
Mongabay: ¿Cómo se asociaron con los Apurinã para vender su joyería?
Katherine Ponte: En nuestros viajes, identificamos un tipo de collar utilizado por varias comunidades indígenas, el collar Tucumã. Lo extendido de su uso se puede explicar en la tradición indígena local que considera a las sartas de tucumã como un poderoso amuleto protector para quienes deben internarse en la selva. Tras varias indagaciones descubrimos que los Apurinã confeccionaban estos collares. Contactamos con los Apurinã para adquirir algunas muestras y más tarde les hicimos un pedido mayor de los collares Tucumã, Ienaja y Jarina. Nos reunimos personalmente con los líderes de uno de los grupos para acabar de confirmar la adquisición.
Mongabay: ¿Cómo se podrían llevar a cabo proyectos similares al de los Apurina y Caboclas en el resto de Sudamérica o en cualquier otra parte del mundo?
Katherine Ponte: Estoy segura de que se pueden llevar adelante proyectos similares al de los Apurinã y los Caboclas en el resto de Sudamérica y en otras partes del mundo. Personas e instituciones deben estar dispuestas a invertir tiempo y esfuerzos en este tipo de relación. Se necesita respeto y comprensión por ambas partes para que estas iniciativas puedan llevarse a cabo. En lo que a mí respecta, me encanta viajar y reunirme con los artesanos. Para mi resuelta muy satisfactorio y he llegado a aprender muchísimo de mis proveedores.
Mongabay: ¿Cómo pueden las empresas mejorar sus relaciones con los grupos indígenas de Brasil?
Katherine Ponte: A través del respeto mutuo. Es fácil de decir, pero ponerlo en práctica resulta a menudo complicado. Desde el principio, me empeñé en contar con varios proveedores indígenas. Mi primera colección incluye a siete comunidades indígenas y estoy en conversaciones con otras cuatro. Cuando estaba empezando, siempre que mencionaba mi interés en localizar producción con las comunidades indígenas, todo el mundo se mostraba escéptico y varias personas de las mismas zonas me insistieron en que ese tipo de localización de la producción no sería posible. Sin embargo, soy una persona insistente. Según mi experiencia, si es cierto el que es más complicado establecer el contacto inicial, pero una vez conseguido empezamos a llegar a acuerdos con bastante facilidad. Solo tengo cosas buenas que decir de mi relación con los grupos indígenas. El mejor enfoque del asunto es abordar la negociación con las comunidades indígenas sin ideas preconcebidas y tratarles de manera profesional y con respeto.
CUESTIONES MEDIAMBIENTALES
Mongabay: ¿Por qué es importante la biodiversidad para Ecostasy?
Mariposas de Brasil. Foto de: Rhett A. Butler. |
Katherine Ponte: La biodiversidad es esencial para Ecostasy. Nuestros productos suponen un escaparate de esa biodiversidad sin la cual nuestras colecciones no serían lo que son. Como muestra de nuestro compromiso con la biodiversidad y con cualquiera de las iniciativas para promover una mayor conciencia de su importancia, participamos como Asociado oficial en el Año Internacional de la Biodiversidad 2010 (IYB), una iniciativa de la ONU. En base a esta asociación donaremos los beneficios, de la venta de las camisetas conmemorativas del IYB que se realicen en nuestra web, a una destacada ONG medioambiental brasileña. El objetivo de Ecostasy está íntimamente ligado a la biodiversidad y continuaremos buscando vías complementarias que nos permitan usar nuestra plataforma para promoverla, al tiempo que hacemos lo propio con nuestros productos y la rica oferta de contenidos que se puede encontrar en nuestra web.
Mongabay: ¿Qué consejos daría a cualquier empresa que quisiera volverse más “ecológica”?
Katherine Ponte: Animaría a cualquier empresa a dejar de lado la parafernalia del marketing ecológico y centrarse en qué medidas de peso pueden tomar para ser ecológicos. Muy a menudo se requiere pensar de manera creativa, buscando una manera divergente de ecologismo. El consumidor ecológico está muy bien formado e informado, y medidas ecológicas meramente cosméticas no tienen, a largo plazo, demasiada aceptación. Cada vez más, los consumidores saben ver la diferencia entre el mero marketing y lo realmente ecológico.
Mongabay: Últimamente no han parado de surgir noticias sobre empresas que llevan a cabo acciones pocas o nada éticas. En lo que a usted respecta, ¿qué hace “honesta” a una empresa?
Artesano desbastando madera para el proyecto OCT en la Comunidad Nuquini cerca de Santarém, Para. Foto de: Dr. McGrath , Woods Hole Research Center. Foto gentileza de Ecostasy. |
Katherine Ponte: En mi opinión, una empresa honesta no compromete sus principios morales por el interés económico. Para mí, ser ético incluye la conducta sincera y responsable hacia los intereses de parte implicados (clientes, empleados y proveedores), hacia la sociedad y el medio ambiente.
Mongabay: ¿Según usted qué impide todavía el que más empresas se decidan a dar el paso y a oponerse realmente a la destrucción del entorno y a la vulneración de los derechos de los indígenas?
Katherine Ponte: Los prejuicios, la falta de profesionalidad, el no querer llegar a acuerdos, y primero y más importante, el puro y egoísta interés económico.
Mongabay: ¿Por qué no nos cuenta la historia de alguno de sus productos favoritos?
Katherine Ponte: Tengo muchos favoritos. Uno de ellos por seguro es la Cerámica Goiabeiras. La cerámica es una tradición centenaria en el área de Goiabeiras en el estado brasileño nororiental de Espírito Santo. La técnica cerámica es de origen indígena –la arcilla se moldea a mano, se cuece al aire libre y se barniza con “tanino”, un colorante que se obtiene de la corteza del árbol conocido como Mangle colorado. La materia prima es toda de origen local, y los cacharros los realizan las mujeres, quienes se pasan la técnica de madres a hijas. Los recipientes son indispensables cuando se trata de preparar y servir el Moqueca Capixaba (estofado de pescado de Espírito Santo), fundamental para la identidad cultural y gastronómica de la región. La cocina de Capixaba (o Espírito Santo) es reconocida a nivel nacional como una de las gastronomías “más brasileñas” por como combina las raíces culturales indígenas, africana y portuguesa. La cocina Moqueca tiene más de 400 años. La producción artesanal de cerámica en Goiabeiras fue reconocida como Patrimonio Cultural Brasileño o Herencia Cultural del Brasil en el año 2002.
Lo que me resulta tan interesante de la cerámica Goiabeira, como de tantos otros objetos y diseños artesanales de nuestra colección, es la manera en la que un objeto puede llegar a encarnar las tradiciones y culturas de un lugar y de sus gentes. Esta cerámica realmente expresa la capacidad de la artesanía para concentrar y preservar valores culturales al tiempo que resulta estéticamente atractiva.