- La Fundación Proyecto Tití conservó alrededor de 5100 hectáreas de bosque en Colombia y así ayudó a reconectar fragmentos de bosque y asegurar más hábitat para el mono tití cabeciblanco en peligro de extinción.
- Con el fin de combatir la deforestación y la fragmentación, el proyecto busca comprar 386 hectáreas más con la ayuda de ReWorld, organización compuesta por voluntarios que se comprometió a recaudar 1.2 millones de dólares para el Proyecto Tití.
- Los investigadores afirman que las iniciativas de restauración pueden ayudar a la conservación y la gestión de ecosistemas controlando la fragmentación y la expansión de la deforestación.
Durante 38 años, la organización no gubernamental Fundación Proyecto Tití, con sede en Colombia, realiza con éxito un programa de reforestación para proteger el bosque seco tropical que está al noroeste de Colombia y que es hábitat del mono tití cabeciblanco, especie considerada En Peligro de extinción. Usando métodos de reforestación basados en la ciencia, el programa ayudó a crear cuatro áreas protegidas que cubren alrededor de 5100 hectáreas.
En casi 40 años, el Proyecto Tití plantó más de 120 000 árboles nativos en aproximadamente 570 hectáreas con el fin de asegurar más hábitat para que los monos tití cabeciblancos (Saguinus oedipus) y otras especies nativas prosperen.
A finales de este año, la organización planea comprar otras 386 hectáreas con la ayuda de ReWorld, una organización no gubernamental con sede en Silicon Valley que se comprometió a recaudar 1.2 millones de dólares para octubre y destinarlos al Proyecto Tití.
Una vez comprada, la tierra se usará con el fin de crear un hábitat nuevo para alrededor de ocho a 10 familias de mono tití cabeciblanco, que están en peligro por la explotación forestal ilegal y el tráfico de fauna silvestre. Esta especie, que sólo se encuentra en el noroeste de Colombia, tenía una gran población hasta fines de la década de los sesenta, cuando entre 20 000 y 30 000 especímenes se capturaron para uso en investigación biomédica, lo que llevó a la especies a estar en peligro de extinción.
“Todo esfuerzo por proteger y restaurar la tierra es clave y vital para la supervivencia a largo plazo de esta especie única de primates”, explica Rosamira Guillen, directora ejecutiva del Proyecto Tití. “Expandir nuestra reserva nos dará una oportunidad de reclamar un hábitat crítico para los monos tití cabeciblancos y la vida silvestre, pero también nos permitirá hacer que más personas participen en la restauración con la propagación y el manejo de plántulas, la plantación de árboles y el monitoreo de su crecimiento y supervivencia”.
Los monos tití cabeciblancos, nativos de la región caribeña de Colombia, viven en tierras bajas semiáridas y bosques de mangles. Sin embargo, mucho de este paisaje boscoso se deforestó para dar paso a actividades agrícolas y de cría de ganado. Con los años, la pérdida drástica de bosque tuvo como consecuencia que estos monos se clasificaran como En Peligro de extinción en la Lista Roja de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN); se estima que solo sobreviven 7400.
Crear un puente entre la conservación y la tecnología
Guillen comenta que sus equipos detectaron grupos de monos tití cabeciblancos buscando alimento en los bosques de segundo crecimiento que crearon en el pasado y espera tener datos nuevos sobre estas poblaciones para comienzos del año que viene.
Ahora, el Proyecto Tití fijó la mirada en terrenos que están cerca de su reserva forestal, Los Titíes de San Juan y el Santuario de Flora y Fauna los Colorados de administración estatal en el departamento de Bolívar. Esos terrenos se utilizaban para actividades agropecuarias.
Chris Vargas, un emprendedor de tecnología e inversor de capital de riesgo, es amigo de Guillen desde hace más de 18 años. Luego de enterarse de que el Proyecto Tití tenía planes de expandirse, se comunicó con Prudhvi Dharmana, un ingeniero de software, y Christie Burley, una experta en sustentabilidad, para ayudarlo a lanzar ReWorld.
ReWorld recaudó 25 % del monto necesario para comprar los terrenos mediante su plataforma en línea de recaudación de fondos. La plataforma permite a los donantes visualizar la reserva futura y donar dinero para parcelas específicas de tierra.
El sitio web está diseñado para facilitar a los donantes invertir en esfuerzos de reforestación, además de obtener métricas con bases científicas sobre la tierra para la cual hacen donaciones. Esto los ayuda a conocer el número exacto de árboles que se plantarán en la parcela que elijan, los beneficios para la población local en términos de trabajos e ingresos y la cantidad de carbono extraída de la atmósfera como resultado de la reforestación.
“Muchas veces, cuando donas, digamos, 100 dólares a un proyecto de conservación, no sabes cuál será el impacto exacto”, afirma Dharmana a Mongabay. “Queremos dar métricas claras y transparentes con bases científicas”.
A las estimaciones de extracción de carbono de ReWorld las calcula Fix6, una consultora de modelado de carbono que estudió el lugar para calcular cuánto carbono almacenaría el proyecto de reforestación durante los siguientes 100 años. Usando un algoritmo integral creado por Fix6, ReWorld proporciona estimaciones a donantes basadas en análisis y simulaciones detallados que tienen en cuenta desde el tipo de árbol y la distancia de plantado hasta las tasas de crecimiento y supervivencia, el clima, imágenes satelitales y más.
Con base en estas estimaciones, el proyecto entero extraerá más de 250 000 toneladas métricas de carbono de la atmósfera mientras dure el proyecto (alrededor de 70 años), que equivalen a las emisiones anuales de 15 625 ciudadanos estadounidenses.
Parte del objetivo es garantizar que familias locales se beneficien con el proceso. Según estimaciones de ReWorld, la nueva reserva creará al menos 25 trabajos permanentes y temporales para los siguientes cinco años. Una gran parte del presupuesto anual, que es de aproximadamente 220 000 dólares, se destinaría a los salarios y otras necesidades importantes, como transporte y compra de artículos necesarios. Los trabajadores también ayudarán a construir cabañas ecológicas con el objetivo de generar más ingresos operativos para el Proyecto Tití.
Hay compensaciones de carbono, pero ¿son buenas?
Para una organización pequeña como el Proyecto Tití, es un desafío expandirse cuando dependes de donaciones y subsidios y no recibes apoyo financiero del gobierno, afirma Guillen. La pobreza, la deforestación y el tráfico de vida silvestre persisten y todos empeoran por una “falta de aplicación de las leyes”, que representa “una amenaza permanente” a su trabajo, sostiene Guillen.
Aunque el grupo continúa marcando una diferencia a nivel local, expandirse es importante para garantizar la supervivencia a largo plazo de los monos tití cabeciblancos y otra fauna silvestre nativa, como el mono araña colombiano (Ateles fusciceps rufiventris), considerado Vulnerable en la Lista Roja de la UICN y la tortuga carranchina (Mesoclemmys dahli), que está En Peligro de extinción.
“Una de las cosas que estamos haciendo para los conservacionistas como Guillen es darles una hoja de ruta y un poco de pericia técnica sobre cómo asegurar créditos de carbono”, explica Vargas. “Los mercados son desordenados e ineficientes y están llenos de intermediarios que aplican tarifas exorbitantes”.
Los créditos de carbono, también conocidos como compensaciones de carbono, proporcionan a personas y empresas la oportunidad de compensar sus emisiones invirtiendo en proyectos que protegen o restauran ecosistemas y, por lo tanto, absorben emisiones de carbono.
En enero, según una publicación de The Guardian, Die Zeit y SourceMaterial, más del 90 % de las compensaciones de carbono de bosques tropicales por parte del emisor de certificados líder a nivel mundial son efectivamente “inútiles” y no representan disminuciones reales de carbono. Esto despertó dudas sobre la eficacia y la integridad del mercado de carbono y los científicos piden una reforma urgente del sistema no regulado.
“Creo que es correcto ser precavido sobre las compensaciones de carbono cuando se consideran una manera de cumplir de forma barata con uno de los compromisos climáticos propios”, sostiene Gilles Dufrasne, líder de políticas de Carbon Market Watch. “Simplemente no es realista”.
Dufrasne comenta a Mongabay que la clave es mejorar las medidas de los proyectos y aclarar que los créditos de carbono no se deben ver como una forma de compensar las emisiones de carbono.
“Si dejamos de lado esto y consideramos los créditos como una forma de financiar proyectos, reconociendo la incertidumbre que subyacente de esta medida de impacto, entonces creo que estos sistemas podrían tener un rol positivo en la acción climática”, afirma Dufrasne.
“El foco debe estar en canalizar la financiación hacia los proyectos adecuados, en lugar de comprar créditos que supuestamente equivalen a reducciones de emisiones”.
Todos los ingresos generados a partir de los esfuerzos de ReWorld van directamente al proyecto, según la organización formada por voluntarios. Debido a esto, el proyecto autofinancia sus esfuerzos de marketing.
“No hacemos anuncios en YouTube ni en Instagram,” aclara Dharmana. En lugar de eso, ReWorld depende de la difusión boca a boca y organizaciones de noticias locales que quieren compartir su historia.
“Todo lo que nos ven hacer —el sitio web, los consultores— lo pagamos con dinero de nuestros bolsillos”, sostiene Burley. “Queremos asegurarnos de que el proyecto tenga éxito”.
En el futuro, ReWorld planea expandir sus esfuerzos para ayudar a otras organizaciones no gubernamentales dedicadas a la conservación y clima en diversas regiones alrededor del mundo.
* Imagen de portada: Los monos tití cabeciblancos, nativos de la región caribeña de Colombia, viven en tierras bajas semiáridas y bosques de mangles. Imagen de Fabio Gismondi vía Flickr (CC BY-NC-SA 2.0).
REFERENCIAS:
Maynard, L., Savage, A., Vega, J., DeWan, A., Díaz, L., Gezon, Z., & Guillen, R. (2021). Can creating sustainable livelihoods with communities impact cotton-top tamarin (Saguinus oedipus) conservation in Colombia? Conservation Science and Practice, 3(8), e476. doi:10.1111/csp2.476
Savage, A., Thomas, L., Feilen, K. L., Kidney, D., Soto L. H., Pearson, M., … Guillen, R. R. (2016). An assessment of the population of cotton-top tamarins (Saguinus oedipus) and their habitat in Colombia. PLOS ONE, 11(12), e0168324. doi:10.1371/journal.pone.0168324
González-González, A., Villegas, J. C., Clerici, N., & Salazar, J. F. (2021). Spatial-temporal dynamics of deforestation and its drivers indicate need for locally-adapted environmental governance in Colombia. Ecological Indicators, 126, 107695. doi:10.1016/j.ecolind.2021.107695
Balmford, A., Brancalion, P. H. S., Coomes, D., Filewod, B., Groom, B., Guizar-Coutiño, A., … Swinfield, T. (2023). Credit credibility threatens forests. Science, 380(6644), 466-467. doi:10.1126/science.adh3426
* Artículo original: https://news-mongabay-com.mongabay.com/2023/07/effort-to-save-rare-colombian-monkey-looks-to-crowdfund-its-conservation/
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