- A través de la publicación de un fotolibro, instituciones y organizaciones peruanas buscan sensibilizar sobre la importancia del Parque Nacional Bahuaja Sonene a 25 años de su creación.
En el sureste de la Amazonía peruana existe un paisaje impresionante enmarcado por las cuencas de los ríos Tambopata y Heath: el Parque Nacional Bahuaja Sonene, considerado uno de los lugares con mayor diversidad biológica del mundo y un territorio que sus pobladores, instituciones, organizaciones y comunidad científica luchan por conservar desde hace 25 años.
Su extensión de 1 091 416 hectáreas compuestas por tres grandes ecorregiones terrestres —las yungas bolivianas (bosques de neblinas), las sabanas de palmeras (sabanas del Beni) y los bosques húmedos de la Amazonía sur occidental (llanura amazónica)— son el hábitat de 173 especies de mamíferos, 680 de aves, 98 de anfibios, 69 de reptiles y 180 de peces.
De acuerdo con David Aranibar, jefe del parque, biólogo y especialista en ecología y medioambiente, en los años setenta se realizaron diversas acciones para proteger el área de amenazas de colonización y explotación de hidrocarburos, pero no fue sino hasta la creación del Parque Nacional que “se logró detener un proceso de aprovechamiento ilimitado de recursos que hubiera tenido nefastas consecuencias ambientales y con ello, se mantuvo a especies que se encontraban en vías de extinción”.
En diciembre de 2021 se presentó el fotolibro 25 Años del Parque Nacional Bahuaja Sonene, como un homenaje a su existencia, con la colaboración entre el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la Wildlife Conservation Society (WCS Perú) y la Sociedad Zoológica de Fráncfort Perú (FZS Perú), una publicación integrada por 25 imágenes que narran la vida salvaje y los escenarios que un grupo de seis fotógrafos de la naturaleza capturó en sus expediciones entre las regiones Madre de Dios, Puno y la frontera con Bolivia.
Te invitamos a transportarte a este lugar a través de las fotografías que sus autores compartieron con Mongabay Latam.
Lee más | Expedición virtual: un paseo inolvidable por las altas cumbres del Parque Nacional Lauca en Chile
Primera parada: la vida en el agua
Entre los retos del Parque, no solo se encuentra mantener su actual estado de conservación, sino lograr alianzas estratégicas a través de iniciativas productivas, con lo que se busca, por ejemplo, consolidarlo como un destino turístico de rafting —descenso con embarcaciones en aguas rápidas— por el río Tambopata, además de actividades de aventura, cultura y de avistamiento de aves por el río Heath y el fortalecimiento de la conservación. Todo esto realizado en coordinación con las comunidades nativas Ese Eja y Harakbut.
Según la Sociedad Zoológica de Fráncfort Perú, además de proveer agua dulce a los pobladores que habitan río abajo, estas cuencas también representan zonas de reproducción y crianza para una amplia variedad de peces y tortugas, sin embargo, “la rápida expansión de la minería ilegal de oro en los ríos, así como la expansión agrícola para el cultivo ilegal de coca, están amenazando la integridad de las áreas protegidas, sus ríos y su valor de biodiversidad”, se resalta en el libro.
Lee más | Perú: cinco nuevas áreas de conservación privada protegen bosques y fauna en Cusco y Madre de Dios
Segunda parada: la fauna
Daniel Rosengren, ecologista y fotógrafo de naturaleza de la FZS Perú, es un aficionado de la selva y sus animales nocturnos. Para él, adentrarse en estos territorios sin la luz del día siempre resulta un desafío novedoso e inspirador, pues nunca sabe qué es lo que va a encontrar. Por eso ha entrenado su mirada y su lente para captarlo todo.
“Se puede adivinar qué animal es, solo viendo los ojos”, dijo el fotógrafo durante la presentación del libro. “Por ejemplo, los gatos tienen una luz fuerte y verde, las polillas tienen ojos pequeños y rojos, y las arañas brillan como estrellitas. Esa araña en la foto era pequeña, pero con mi lente macro se pueden ver detalles interesantes. Me gusta que la araña parece que tuviera cejas y una cara enojada”.
El Parque también protege al lobo de río (Pteronura brasiliensis) en Peligro de extinción, la taricaya (Podocnemis unifilis) en Estado vulnerable, así como una variedad de especies endémicas como el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus) y el lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) en la sabana.
Tercera parada: el paisaje
“Las fotografías nos muestran gran parte de todo este legado que tiene esta área natural protegida”, dijo David Aranibar, jefe del Parque y uno de los autores del libro.
Para el especialista, esta colección fotográfica ayudará a inculcar en la población local la importancia de querer al Parque, pues esto significará para la comunidad una forma de asegurar su subsistencia y producción —como una zona cafetalera, pues se trata de un área protegida de aprovechamiento de recursos de modo indirecto—, así como la propia estabilidad del clima.
“A la población que no es de la zona, [las fotografìas] van a permitirle apreciar lo maravillosa que es esta área natural protegida y que va a servir para los estudiantes, siempre, como una oportunidad de investigación científica”, concluyó Aranibar.
Imagen principal: Catarata en el Parque Nacional Bahuaja Sonene. Foto: Daniel Rosengren / FZS Perú.
———-
Videos | #Perú: 6000 barriles de petróleo derramados al mar
Si quieres conocer más sobre la situación ambiental en Colombia, puedes revisar nuestra colección de artículos.
Si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.