- Según los registros oficiales de OEFA, entre 2011 y 2019, se atendieron 40 emergencias ambientales causadas por la empresa Savia Perú S.A. Sin embargo, debido a los vacíos en el sistema de fiscalización y control, no es posible saber las cantidades exactas de petróleo derramado.
La historia en 1 minuto. Video: Mongabay Latam.
Un nuevo derrame de petróleo se registró en la costa norte peruana, en la caleta de Cabo Blanco. Fueron pescadores de la zona quienes, en medio de su faena habitual, se percataron de las manchas oscuras flotando en medio del mar. Al día siguiente, dirigentes del gremio de pescadores de Cabo Blanco acudieron a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI) para presentar la denuncia y pedirle al personal de esta dependencia que verifique el hallazgo. El personal de la DICAPI se movilizó hasta el lugar para constatar el derrame proveniente de la plataforma PN10 del Lote Z-2B perteneciente a la empresa Savia Perú S.A.
“Ellos han verificado el crudo que estaba en el mar”, asegura el fiscal Néstor Sosa, quien se encuentra a cargo de la investigación del caso.
Desde el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) informaron a Mongabay Latam que en la misma fecha Savia Perú S.A. reportó la emergencia, pero que el volumen de hidrocarburo vertido, las causas del derrame y los impactos ambientales están en investigación.
La empresa, por su parte, señaló a través de un comunicado que habría sido “una falla en el conector ubicado en el cabezal del pozo” y que “logró contener el derrame de petróleo en el mar, con el equipo de control de derrames (barreras, diluyentes y reductores de nata)”.
Si bien el fiscal Sosa señala que se encuentra a la espera de la información que debe ser recopilada por el OEFA, entiende que la actual crisis sanitaria provocada por el coronavirus puede retrasar este proceso.
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Los derrames de Savia
En noviembre del año pasado, Mongabay Latam publicó una investigación sobre los derrames de petróleo crónicos e incalculables reportados en la costa norte del Perú. Este medio analizó los reportes del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) y calculó que en 10 años se derramaron, en todo el territorio peruano, 9743 barriles de petróleo. De ese total, poco más de la tercera parte, es decir, 3104 barriles se han derramado en la costa norte peruana, un lugar que por su alta diversidad biológica espera la creación de un área marina protegida que conserve una muestra de este ecosistema.
Según registros oficiales, entre 2011 y 2019, el OEFA atendió 40 emergencias ambientales causadas por Savia Perú S.A en el lote Z-2B. Además, según datos del Osinergmin, solo entre 2018 y 2019, Savia Perú derramó 7,2 barriles en tres eventos, es decir, 1144 litros.
Y estas son solo las cifras que han sido reportadas, pues hay que tomar en cuenta que en el historial de esta empresa figuran sanciones del Osinergmin por no remitir, precisamente, informes de los derrames. Por otro lado, entre los años 2013 y 2018, el OEFA abrió seis procesos administrativos contra petroleras que hicieron vertimientos en el mar. En dos de ellas, el organismo sancionó a dos empresas por mentir sobre la cantidad derramada. Una de esas empresas es Savia Perú S.A., que en julio 2013 reportó el derrame de 2,5 barriles al mar aunque luego la DICAPI precisó que habían sido 48,57 barriles.
Por ello, el OEFA aseguró a Mongabay Latam que, respecto al derrame denunciado la semana pasada, “evaluará todas las fuentes de información obtenidas, entre ellas las aportadas en el marco de colaboración interinstitucional por DICAPI, OSINERGMIN, entre otros” y que “en caso de que el OEFA verifique la falsedad de los hechos reportados por el citado administrado, se recomendará el inicio de un procedimiento administrativo sancionador”.
Pero, además, la empresa Savia registra, solo entre 2016 y 2019, 36 derrames que por ser menores a un barril han sido registrados con la cantidad de ‘cero’, lo que impide la correcta medición de la cantidad total de petróleo vertida al mar.
Según el OEFA, “la normativa ambiental no establece límites de derrames permitidos a un titular de actividades de hidrocarburos. Sin perjuicio de ello, en el marco de un procedimiento administrativo sancionador, la reincidencia es un factor agravante”.
Mongabay Latam intentó ponerse en contacto con Savia Perú S.A, sin embargo, el formulario de contacto de su página web no se encuentra operativo, en ella tampoco se indican direcciones de correo electrónico y nuestras llamadas telefónicas no fueron contestadas.
Derrames que no cesan
El Estado peruano le delegó a las petroleras la responsabilidad de monitorear sus propios derrames, y el Osinergmin y el OEFA tienen el deber de corroborar la información que las empresas entregan. La institución a cargo de verificar estos incidentes es la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI), que vigila que no se viertan desechos en el mar por estar prohibido. Los informes que elabora entonces DICAPI son claves para que los organismos fiscalizadores puedan cumplir con sus funciones.
Pero esto no siempre funciona así. De los seis procesos administrativos que el OEFA, por ejemplo, abrió en contra de las petroleras entre 2013 y 2018, solo en dos de ellos se contrarrestó la información proporcionada por la empresa con la elaborada por la DICAPI. En ambos casos quedó demostrado que las empresas habían mentido respecto de las cantidades de petróleo vertido. En otros dos procesos administrativos, al no haber peritajes de DICAPI, solo se consideró la información consignada por las petroleras. En los dos procesos restantes, las empresas ni siquiera proporcionaron la información de la cantidad vertida y aun así se determinó la sanción.
El tema de fondo es que el registro de las cantidades de petróleo vertido es impreciso. De hecho, los 3104 barriles derramados al mar ni siquiera consideran las rectificaciones que DICAPI ha hecho cuando las empresas han entregado cifras menores a las reales.
Carlos Chapillicu, presidente del gremio de pescadores de Cabo Blanco, tiene clara cuáles son esas deficiencias. “El OEFA tiene que dar los resultados [del reciente derrame de SAVIA], pero no le creemos porque nunca nos ha favorecido”, dice.
Cuando Mongabay Latam publicó la investigación, OEFA envió una carta señalando que el 60 % de los 162 procedimientos de supervisión realizados en la zona norte entre 2011 y 2019 fueron archivados. “Pero el 60 % de los casos no implica que OEFA no sancionó por no haber corroborado la información que entregaron las empresas y se debe considerar que durante tres años se mantuvo vigente la Ley 30230”, señala el organismo. En dicha ley, el Estado exoneró del pago de multas ambientales a las empresas del sector extractivo entre el 2014 y 2016.
Desde hace seis años se espera la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, que involucra una porción de la Costa Norte. De acuerdo con su documento técnico de creación, en playas aledañas al lote Z-2B anidan tortugas verdes y golfinas (Lepidochelys olivacea). Además, en esta área viven 179 especies de peces, 95 de moluscos, 46 de equinodermos, 12 tipos de aves, 12 mamíferos marinos y 6 tipos de esponjas además de medusas, corales y anémonas. Una enorme biodiversidad marina que constantemente se ve amenazada con los derrames crónicos de petróleo al mar.
*Imagen principal: pescadores artesanales de Cabo Blanco observan el derrame de petróleo proveniente de la plataforma PN10 de la empresa Savia Perú S.A. Foto: pescadores artesanales de Cabo Blanco.
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